El tesoro de los pobres.
¿Puede acaso un pobre tener tesoros?, sí, unos varios y otros muchos: son los hijos.
La sociedad actual, injustamente, ha engañado a los pobres desposeídos con más hijos, haciéndoles sentirse culpables y miserables calificandolos de irresponsables, desconsiderados y hasta malditos.
Desde la perspectiva del actual del modelo apogeo económico mundial y analizando sus fórmulas remunerativas es así, y tiene toda la razón. Pues, la remuneración es individual, un soltero sin hijos o un casado con diez hijos su productividad es igual en cualquier empresa, y en ese criterio de compensación es imposible mantener varios hijos pues simplemente no cubren las necesidades básicas. Pero este tesoro de los pobres también debe ser patrimonio de la humanidad.
Los hijos de los pobres son los que apartan mayoritariamente, la mano de obra a la economía de cualquier región o país, más que patrimonio es su fuerza de trabajo y su riqueza laboral; sin olvidar que son consumidores como cualquier miembro del estrato social. Quiénes excavarían las minas, cultivaríán los campos y pastarían los ganados. Quiénes serían los obreros de fábricas o vendedores de tiendas. Quiénes desempeñarían los diferentes oficios.
Es tiempo de concientizar que el tesoro de los pobres es la riqueza de la humanidad y no están desconectados del engranaje político, económico cultural, aunque los hayamos marginado; son eslabones indispensables en la cadena económica. No podemos considerarnos como sociedad integrista, sino somos capaces de incluir en nuestro crecimiento económico y desarrollo humano a aquellos injustamente segregados por nuestro desconsiderada ceguera.
Seamos coherentes con nosotros mismos y extendamos nuestros brazos como cristo en la Cruz en señal de acogimiento y como al mismo dijo:
“Donde esta el tesoro allí estará tu corazón”
¿Por qué no podemos tener a los pobres en nuestro corazón?
