domingo, 12 de julio de 2015

Ama y luego ten fe

La gracia antes que la fe.



Señor yo te amo porque estoy seguro de que tú me has dado la vida y has hecho una historia estupenda hasta el día de hoy. Pero a veces siento que no te amo con la suficiente grandeza con que debería amarte. Porque me cuesta ser amable con la esposa que me has dado, cuando ella no hace las cosas como yo quiero y en el tiempo que quiero. Y tampoco soy generoso con mis hijos cuando siento que gastan más de lo que yo puedo proveer.


Yo pensaba señor que tenía fe, porque todo me iba bien; no sentía necesidad, podía ayudar a los que me necesitaban; pero hoy, que falta para mi, he perdido hasta la alegría de ver el amanecer, ver la naturaleza, oir el ruido de la gente labrando su futuro; todo me parece gris, tan oscuro.


Ayúdame Señor, concédeme la gracia de aceptar tu voluntad: La falta de pan, los accidentes, las enfermedades, la evasión de los amigos, la incomprensión de todo aquellos que me rodean.


Concédeme Señor la gracia de la auténtica fe que se derrama a través del costado de tu hijo Jesucristo, para como él poder hacer tu voluntad y entrar en la cruz de cada día con los ojos brillantes y el rostro rebosante de alegría; con el corazón dispuesto a amar a mi esposa, a mis hijos, a mis hermanos de comunidad y entrar en la obediencia.  

No hay comentarios.:

Publicar un comentario