viernes, 3 de julio de 2015

El afecto y el amor

La caridad en tiempo de Dios: Amor y afecto


Dios ha creado al hombre para amar y para el amor, qué duda cabe; de otra manera no hubiera podido constituir comunidades ni construir sociedades. Lo que sucede es que confundimos el afecto con el amor, son sinónimos aparentes pero no necesariamente significa lo mismo; aunque los dos son: Dones de Dios.


Una de de las características del afecto es que nos ayuda a aproximarnos a los demás, fijándonos en sus atractivos físicos, cualidades o virtudes; pero es lo más contradictorio y discriminador del ser humano. Porque si no encontramos ninguno de estos atributos simplemente los desechamos y vamos en busca de otra persona a fin de nuestro gusto y pretensiones. Y por tanto el afecto es solo una parte del amor, ciertamente es la parte más útil porque nos relaciona con los demás; sin embargo no nos transporta de ninguna manera a la dimensión del amor y perdón.


¿Cómo perdonar a quien le hemos entregado nuestro afecto, cariño y corazón y nos ha traicionado?
¿Cómo perdonar a la persona que le hemos brindado toda nuestra amistad y ha hecho trizas la confianza?
¿Cómo darle la mano a aquellos que nos deben algo, se hacen los desentendidos y encima habla mal de uno?


Todas estas traiciones,promesas sin cumplir, etc. Son parte de un designio de Dios: Que aparezca el amor.


¿Qué mérito tiene aquel que ama a los que le aman, aquel que presta a los que van a devolver o aquel que es injuriado porque lo merece?


“Amad a vuestros enemigos, a todo aquel que te odia y te difama; a todos aquellos que rompen tus afectos, es que esquemas proyectos, seguridades y te deja en el aire”
¡Bendecid y Perdonar siempre!
¡Señor eso es imposible!
¡No hay imposibles para Dios, íseguidme!

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